FÈLIX MESTRES I BORRELL. EL MAESTRO DE LOS MAESTROS

Fèlix Mestres i Borrell. El maestro de los maestros

 

Del 19 de noviembre de 2015
al 4 de febrero de 2016

FÉLIX MESTRES Y BORRELL (1872-1933)

El camino del arte es el mismo camino que hay para llegar a la Verdad.
La visión de conjunto del artista es una hija legítima del sentimiento.
El verdadero modelo del artista está escondido en su pensamiento.
En Arte, tiene mucho más valor un gramo de emoción que una tonelada de exactitud.

 

 

No tengo el don de los Evangelistas, que hablaban con toda clase de detalles de un personaje que nunca conocieron, habiendo pasado generaciones. Yo coincidí cuatro años de vida con el abuelo y creo recordar algo. Al menos opiniones tan cercanas como las de la abuela (esposa), que contaba, a partir de una foto donde aparecía el abuelo conmigo en brazos, la ilusión que sintió al tener un nieto.
Fui el primer varón de la tercera generación, ya que no llegó a conocer a los hijos de su amada hija Genoveva (mi tía y madrina, casada con Andreu Batllori). El abuelo era una persona muy familiar, y había pintado y dibujado toda la familia: madre y padre, hermanos, hija, hijos, nuera (mi madre), y mis hermanas, mi nodriza y yo mismo, tenemos la honor de aparecer en una pintura «Merienda en la carretera».
Fèlix Mestres, fue profesor catedrático de la escuela de Llotja, y los ocho meses que duraban los cursos, los pasaba a su residencia de Barcelona, ​​situada en el cruce de la calle Diputación y Pau Clarís. Llegó a ser director hasta su muerte, con 61 años. Tenía además un taller en el cruce de las calles Consell de Cent con Paseo de Gracia. Era un ático, con mucha luz, sin ascensor. Me habían explicado, riendo, que los dos últimos pisos del ayudaban empujando por detrás, disimulando si se cruzaban con vecinos.
Los cuatro meses en los que no había cursos, los de veraneo, los pasaba en Sant Feliu de Codines, acompañado de sus hermanos y el resto de la familia a una gran casa, casa Sunyé, en la calle La Sagrera. Esta se situaba justo al lado de la Iglesia con la que compartía por la banda de atrás unos grandes jardines. Se conoce que el rector de la parroquia cultivaba unos excelentes melocotones y en casa nunca faltaban, dada la buena relación y creencias de la familia. Tanto era así que la familia dio un cuadro por el baptisterio parroquial titulado «El Bautismo de Jesús». Pintura que se salvó de la guerra casi de milagro ya que el templo sufrió un incendio y luego el derribo.
También en Sant Feliu de Codines, quedaba los meses de verano otro de los hermanos, Martín, que era el notario de Figueres. Todo este núcleo familiar se convertía en un verdadero centro cultural, artístico y político. Tanto es así, que recuerdo haber oído que en esta casa, habían concurrido personalidades como Francisco Cambó y Prat de la Riba. Siendo uno de Barcelona y otro de Castellterçol, se reunían a medio camino, en casa del amigo común Fèlix Mestres.
Can Sunyé, fue una antigua y lujosa masía que el abuelo restauró y revestir con toda clase de puertas y ventanales góticos, una gran bóveda de cañón en la sala billar decorada con frescos, piquetas recubiertas de azulejos del siglo XVII, una escalera de madera tallada, una amplia chimenea con bancos, mesas y sillas antiguas. Ornamentalmente también destacaba todo un conjunto de baldosas que representaban los oficios y otros tenían motivos vegetales y zoomorfos. Se puede decir que toda la casa era un museo, lo que no era exento el mobiliario. Había piezas desde el siglo XIV hasta las más modernas del siglo XIX.
Fèlix Mestres tenía una visión altamente artística y se movía por un sentido de legar y de preservar el patrimonio. Asimismo, explican que si en una casa de campo o en el desván de cualquier otra, había alguna pieza interesante de la que sus propietarios se quisieran desprenderse, él los ofertaba comprarlas valorando su precio de una manera generosa .
Con la muerte del abuelo, se dejó para hacer un extenso listado de encargos de retratos, cotizando ya entonces el doble que sus contemporáneos. Su profesionalidad de pintar muchos cuadros religiosos por encargo, no se oponía con el de hacer desnudos que no se vendían ni tampoco se exponían.
Ya pasadas la guerra y nuevas generaciones, cada vez quedan más lejos los debidos reconocimientos al arte verdadero ya sus autores. Actualmente se pagan las firmas acreditadas por el marketing y la especulación, cotizándose más por ejemplo una litografía firmada que el cuadro de un gran artista. Incluido a nivel de libros de arte, hoy en día no se venden si no se escribe sobre un artista reconocido. Es un círculo vicioso propio de la falta de criterio y de conocimiento del verdadero arte. Es por ello, mi reconocimiento a Frederic Cabanas, buen artista y agradecido alumno de un discípulo y sucesor de mi abuelo, José Barrenechea, todos ellos artistas, merecidos embajadores de una época, y hoy inmerecidamente olvidados «.

Fèlix Maestros y Puig de la Bellacasa
Valldoreix, Enero de 2016

 

 

Fèlix Maestros y Borrell
(Barcelona, ​​30 de enero de 1872 a 15 de febrero de 1933)

Fue un pintor catalán, miembro de una familia culta y acomodada, alumno de la Academia de Bellas Artes de Barcelona, ​​y amplió estudios, becado, en Madrid y París.
Su carrera se desarrolló preferentemente en Barcelona, ​​menos durante el periodo 1899-1901, cuando fue profesor de la Escuela de Bellas Artes de Palma. A partir de 1901 ejerció el profesorado en la escuela de Llotja de Barcelona, ​​de donde, años después, será el director de la escuela. También fue miembro fundador del Círculo Artístico de Sant Lluc de Barcelona.
A pesar de pertenecer a la generación postmodernista, su pintura es hija del realismo tradicional, muy perfecta técnicamente y tocada de un aristocratismo elegante muy característico, que hace pensar en el «retratismo» británico.
Su obra se conserva en diferentes colecciones particulares y en varios museos como el Museo del Prado de Madrid, el MNAC, la Real Academia Catalana de Bellas Artes de San Jorge -de la que se convirtió en miembro numerario el 1911-, el Museo de Montserrat o en el Museo de Terrassa donde hay una muestra permanente del artista.
Félix Maestros y Borrell fue alumno de Antoni Caba Casamitjana, y de muy joven sobresalió por sus cualidades innatas siendo casi un superdotado en las bellas artes, llegando a ser un maestro muy reconocido y valorado por los artistas contemporáneos. Tuvo, a lo largo de su docencia, muchos discípulos ilustres, como es el caso de Ramon Calsina Baró, Joan Lahosa Valimaña o José Barrenechea Tubilla.
Escribió varios tratados sobre la técnica del dibujo y la pintura, como el publicado en el 1930 por la Real Academia de Ciencias y Artes con el título: Sobre el valor de una visión de conjunto en la creación artística.

Galería Fotográfica

Exposición:

Fèlix Mestres i Borrell. El maestro de los maestros

Fechas:

Del 11 de febrero de 2016 al 5 de mayo de 2016

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